18 ago 2013

´Muchos padres ocultan que son agredidos por sus hijos por vergüenza´

Ana María Ulloa - Presidenta de la Sección de Psicología Educativa del Colegio Oficial de Galicia
 "A los niños hay que ponerles normas y límites desde muy pequeños" Ágatha De Santos

Ana María Ulloa Lage. // Fdv








El caso de la adolescente viguesa denunciada esta misma semana por su madre por una supuesta agresión engrosa una lista cada año más larga de menores que agreden o amenazan a sus progenitores y que en 2011 generaron 5. 733 procedimientos en España, según los datos de la última memoria de la Fiscalía General del Estado. Sin embargo, esta cifra es solo una parte de la realidad, ya que muchos padres -se calcula que uno de cada ocho- no denuncian. Según la presidenta de la Sección de Psicología Educativa del Colegio Oficial de Psicología de Galicia (COPG), Ana María Ulloa Lage, el principal motivo es la vergüenza.

-¿Por qué un padre denuncia a su hijo?
-Las agresiones de hijos a padres son un fenómeno nuevo, impensable en los ochenta y los noventa, y que está aumentando debido a una falta de comunicación de padres a hijos. ¿Los padres no saben diseñar estrategias adecuadas para comunicarse con sus hijos o sus hijos no saben canalizar bien la frustración? Hay que crear un clima de confianza y de diálogo para que el menor pueda mostrar sus frustraciones. Estas conductas no surgen de la noche a la mañana, sino que se arrastran desde la infancia, y si un padre denuncia es que ha habido otras antes.
-¿Y qué favorece estos comportamientos?
-El niño que desarrolla este comportamiento hacia sus padres ha conseguido siempre lo que ha querido y si antes pataleaba hasta lograrlo porque veía que esto le funcionaba, ahora que es adolescente emplea otras conductas. A los niños hay que ponerles normas y límites desde muy pequeños. Lo ideal es una autoridad democrática: cuando son pequeños se les dice que no pueden hacer algo y ya, pero a medida que van creciendo hay que ir haciéndoles más partícipes, explicarles por qué no pueden hacer o tener una cosa. No se les puede permitir todo para que no se enfaden o no lloren porque así el niño va dominando cada vez más a los padres.
-¿Los padres son demasiado permisivos?
-Se ha pasado de una época muy restrictiva a otra en la que todo vale. Los padres son permisivos con sus hijos, pero la sociedad también lo es. En la educación de un niño todos somos responsables. El niño está también está constantemente viendo violencia, lo que le hace insensible a ciertas conductas.
-¿Se está haciendo lo suficiente para atajar este problema?
-No. Hacen falta más recursos para detectar y prevenir este problema
-¿Qué hacer para no llegar a la denuncia?
-Pedir ayuda a los servicios sociales, el orientador del centro o el psicólogo en cuanto vea que un hijo comienza a desarrollar comportamientos violentos, en vez de esconderlo. Sin embargo, muchos padres no lo hacen por vergüenza a que los demás piensen que no han sabido educar a sus hijos.
-Las víctimas suelen ser las madres, ¿por qué?
-Quizá porque asuman más la educación de los hijos, aunque trabajen. Y quieren darles todo lo que no tuvieron y ser sus colegas y a veces se olvidan de ser madres.

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