3 abr 2010

La política china de hijo único amenaza los avances sociales

El rápido envejecimiento de la población impide la universalización del sistema de pensiones
Una escena en Shanghai, donde las parejas sin hermanos pueden elegir la opción de tener más de un hijo.

- AFP ANDREA RODÉS - CORRESPONSAL - 22/09/2009 02:30
Las mamás de Sun City, un bloque de apartamentos modernos en el centro de Pekín, suelen esperar a que caiga el sol y el calor afloje para sacar a sus retoños al patio. Entre ellas están Li Dong y Wu Yan, dos jóvenes treintañeras que pasan la tarde sentadas en un banco con sus bebés en el regazo y compartiendo la experiencia de ser madres por primera vez. Sus bebés tienen 2 y 3 meses, pero ambas ya sueñan con tener otro. "Ser hijo único es muy solitario", dice Li, entornando sus ojos verdosos, característicos de la etnia mongola. "Y encima, de mayor, tendría que responsabilizarse de cuatro abuelos", añade Wu, pellizcando con cariño el moflete de su hijo. Li y Wu no tienen por qué preocuparse. Una, por pertenecer una minoría étnica, y la otra, al estar casada con un extranjero, no están sujetas a la llamada "política de hijo único", que obliga a pagar una sustanciosa multa a las parejas que deseen tener más de un vástago y que amenaza con acelerar el envejecimiento de la población en el país más poblado del mundo.

Problemas económicos
"La política de hijo único puede acarrear graves problemas económicos y sociales en los próximos años", explica Mu Guangzong, profesor del Instituto de Estudios de la Población de la Universidad de Pekín. Las propias autoridades empiezan a mostrar su preocupación por los efectos de esta política, introducida en 1979 para controlar el riesgo de superpoblación: el rápido envejecimiento de la población, que pone en peligro la creación de un sistema universal de seguridad social y de pensiones de jubilación, y un desequilibrio de sexos cada vez mayor, provocado por una sociedad con preferencia por el varón. Se calcula que la política de hijo único ha fomentado miles de abortos, aunque la identificación fetal del sexo por razones no médicas es ilegal. Según Mu, la proporción de mujeres y hombres en China es de 100/122, cuando lo máximo aceptable sería 100/107.

La población mayor de 60 años se triplicará de aquí a 2050, según Naciones Unidas

Frente al problema del envejecimiento de la población, Shanghai la ciudad más poblada de China ha sido la primera en tomar acción y acaba de anunciar la puesta en marcha de una campaña para animar a las parejas en las que ambos sean hijos únicos a que tengan dos niños, informó a finales de julio el rotativo oficial China Daily. El objetivo es aumentar el número de jóvenes en edad laboral y rebajar la carga económica que recae sobre las familias a la hora de mantener a sus mayores.

"Espero que pronto muchas otras ciudades sigan el ejemplo de Shanghai", explica Ye Ting Fang, investigador en la Academia China de Ciencias Sociales (CASS) y defensor de la relajación de la política de hijo único. En 2007, Ye se hizo conocido por presentar su campaña "un hijo está bien, pero dos mejor" ante la Conferencia consultiva del Parlamento chino.

De hecho, la iniciativa de Shanghai no supone ningún cambio en la política de hijo único, que actualmente permite tener dos hijos a las parejas en que ambos padres no tengan hermanos. La regulación también excluye a las minorías étnicas, que pueden tener dos o más hijos, y a la población rural (más de 700 millones), que tienen permiso para un segundo hijo si el primero es niña.

La preferencia por el hijo varón ha fomentado decenas de miles de abortos

Las autoridades de Shanghai han asegurado que visitarán casa por casa, repartirán panfletos informativos y ofrecerán asesoramiento emocional e incentivos financieros para asegurar que las parejas que cumplan con los requisitos tengan un segundo hijo. Pero esto no es suficiente, según Mu, partidario de que "el Gobierno sustituya la política impositiva por un sistema de planificación familiar adaptado a cada lugar, con atención personalizada para las familias, más educación y ayudas económicas".

Li Dong, la joven madre treintañera, lamenta que "tener un hijo es cada vez más caro". Lo dice mientras deposita su bebé en brazos de su madre. Los abuelos se han convertido en una figura imprescindible para sacar adelante a los niños desde que la mujer china se ha incorporado al mercado laboral. Además, los costes cada vez más elevados de la educación y el nivel de vida impiden que muchas parejas se muestren recelosas a la hora de tener más hijos, aunque cumplan con los requisitos.

"Pequeños emperadores"
Los matrimonios formados por hombres y mujeres sin hermanos son cada vez más numerosos como resultado de tres décadas de la política de hijo único. Se trata de la llamada generación de "pequeños emperadores", jóvenes consentidos, egoístas, con poca habilidad para socializarse y con falta de espíritu independiente, según Ye Ting Fang. "La política de hijo único fue introducida sin tener en cuenta su impacto en el desarrollo psicológico de los niños ni el derecho natural de las personas a reproducirse", opina el experto. Y agrega: "La consecuencia es un entorno familiar insano".

Según las previsiones de la ONU, la población mayor de 60 años en China se triplicará de aquí a 2050, hasta los 440 millones de personas (el 31% de la población total). Se espera que en los próximos 10 años la población de entre 18 y 50 años de edad se reduzca en 100 millones en China. "Eso comporta una gran pérdida de creatividad, productividad y vitalidad para el país", concluye el investigador de la Academia China de Ciencias Sociales.

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