21 dic 2014

La madre de tres menores abandonados en un piso de Pumarín continúa desaparecida

La Policía prosigue con su búsqueda por todo el país y la de su pareja; no descarta aún la hipótesis de que haya sido retenida

La madre de tres menores abandonados en un piso de Pumarín continúa desaparecida
ELCOMERCIO.COM/P. A. / O. S
Han pasado más de 48 horas y la madre de los tres menores, de unos 3 y 2 años y un bebé de menos de un mes, que aparecieron abandonados en la madrugada del viernes en un piso de Pumarín, no ha aparecido. El Cuerpo Nacional de Policía no descarta ninguna hipótesis. Podría haber desaparecido por su propia voluntad, o bien estar retenida y que le haya sucedido cualquier cosa. La investigación permanece abierta. Hay una orden de busca y detención contra esta ovetense, M. J. G. F., de 41 años, por todo el país. Los agentes, sin embargo, también buscan a su «pareja ocasional», con antecedentes policiales, ya que podría estar implicado.
La mujer vivía en un piso de la calle Benjamín Ortiz junto a tres de sus hijos. A pesar de haber tenido formación y estudiado una carrera, llevaba una vida desordenada, «vinculada ocasionalmente a las drogas y la prostitución», según los investigadores. Sus vecinos la veían a menudo sola o en compañía de hombres. La describen como una persona «huraña, poco comunicativa, desaseada, que vestía con ropajes amplios», por lo que su último embarazo les pasó desapercibido. Nunca acudía a las reuniones de la comunidad de vecinos, y era su madre quien se encargaba de ello. También, de su hijo mayor, con quien se trasladó a vivir a La Corredoria, «al no poder con su propia hija». Pero la familia era más amplia...

Según abundaron los residentes del inmueble, no era la primera vez que se fugaba, sin embargo en esta ocasión dejó a tres menores totalmente desamparados, desprotegidos, y solo sus llantos ininterrumpidos durante cuatro largas horas consiguieron alertar a una vecina, quien contactó con la Policía Nacional.

Entrada la madrugada del viernes, cerca de las dos, los agentes accedieron a la vivienda, en un primer piso, a través de un patio interior. Se encontraron con un escenario desolador. Había tres menores solos: el más pequeño, de unos 21 días, desnudo, titiritando sobre una cama y tenía aún puesta la pulsera identificativa de nacimiento del hospital; su hermana de unos dos años apretaba una lata de cerveza entre sus manos y se golpeaba a sí misma contra la pared; mientras que la mayor, de tres años, estaba sentada, ausente y con la mirada perdida. Ningún adulto les cuidaba en un piso que llamó la atención de los agentes por su abundante suciedad.

Cuidados en el HUCA

«Presentaban síntomas de desnutrición», por lo que los agentes les trasladaron al Hospital Universitario Central de Asturias. «Por lo menos, ahora estarán lavados y les dan de comer», se tranquilizó una vecina. El bebé, tras pasar por urgencias pediátrica, ha sido trasladado al centro Materno-Infantil, mientras sus hermanas continúan en la planta de Pediatría del HUCA. Tienen sus camitas junto al mostrador de recepción de las enfermeras, que están muy volcadas en las pequeñas. Llegaron al centro hospitalario sin zapatillas siquiera, y ayer les estaban confeccionando unas.

Una de las vecinas del edificio de Pumarín se lamentaba ayer por no haber dado la voz de alarma antes. «Desde mi vivienda, no oía nada, pero el otro día colgaron un cartel en el portal pidiendo que hubiera menos ruidos», en referencia al piso de la desaparecida.

Aunque la madre lleva muchos años residiendo en el edificio de Pumarín, fue alrededor del mes de septiembre cuando los vecinos comenzaron a verla con sus hijos menores, pero «tampoco sabíamos si los tenía en casa». Su compleja y desordenada vida llamaba la atención, pero ella no se comunicaba. «Hace años ya vino la Policía por aquí», resaltó una residente

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