Pese a la playa, el ascenso del Sporting y la tradicional sorna gijonesa, la población de Gijón es la menos feliz de Asturias. Así lo revela la Segunda Encuesta de Salud para Asturias, la correspondiente a 2008, que sitúa a los gijoneses como los menos contentos de la región. Según este informe del que la Consejería de Salud presentó un avance el pasado enero, afirmando que los asturianos son más gordos, sedentarios y bebedores que hace cinco años, los gijoneses no salen muy bien parados en lo que a satisfacción vital se refiere... O sí. Ya que en esto de la felicidad todo depende del cristal con que se mire.
Pues el cristal de la Dirección General de Salud Pública, departamento que elaboró y confeccionó la investigación, refleja que el 17% de los gijoneses no es feliz. Cerca de dos de cada diez residentes en Gijón dice sentirse 'poco a nada feliz'. Se trata del mayor grado de insatisfacción detectado en la región tras encuestar a 2.495 asturianos mayores de 16 años residentes en alguna de las ocho áreas sanitarias en que se divide el Principado.
Similar a 2002
Pero, ¿puede medirse el grado de felicidad de una población? La Consejería de Salud lleva años haciéndolo o, al menos, intentándolo. En 2002 realizó la Primera Encuesta de Salud y ya entonces los gijoneses mostraban un elevado nivel de infelicidad. Los datos son extrapolables también a los habitantes de Candás y Carreño, ya que las respuestas dadas por los consultados engloban, en el caso de Gijón, a toda el Área Sanitaria V.
Claro que frente a la cara mala, hay también una buena. Y ante ese 17% de gijoneses 'poco a nada' felices existe otro 82% que dice ser 'mucho o bastante' feliz. El 1% restante no sabe, o no contesta.
Y como esto de la felicidad (o habría que decir, mejor, infelicidad) va por barrios, la Segunda Encuesta de Salud del Principado recoge realidades que afectan también a Oviedo, cuya población es la segunda menos feliz de Asturias, con un 14,3% de personas que se reconoce 'poco a nada' contenta. El tercer puesto autonómico de infelicidad es para los mierenses.
¿Hay alguna explicación desde el punto de vista de salud pública que justifique estos datos sobre felicidad? Lamentablemente, no mucha. Mario Margolles, jefe del área de Vigilancia y Alertas Epidemiológicas de la Consejería de Salud, aseguró que a la hora de valorar la satisfacción de una persona «son muchos los factores que influyen». No sólo afecta el estado de salud, del que contrariamente a lo esperado los gijoneses tienen una alta valoración, sino también a «circunstancias externas». Lo que Margolles destaca como novedoso es que «por los resultados que nos hemos encontrado está claro que las personas que viven en la zona rural, pese al alto grado de envejecimiento, son las que tienen una mejor percepción de su vida». Sobre Gijón, Margolles prefiere no arriesgar una opinión científica que explique o clarifique el por qué de ese 17% de malestar. «Lo haremos a futuro», aseguró, dentro de una serie de informes breves que su departamento está elaborando en la actualidad.
Para intentar saber cuán felices son los asturianos, a los encuestados se les hizo la siguiente pregunta: '¿En general, usted diría que se siente feliz?'. Los casi 2.500 consultados tuvieron cinco opciones de respuesta: mucho, bastante, poco, nada y no sabe no contesta. La media regional arrojó un grado de infelicidad del 13%.
Según esta comparativa regional, los más felices son los habitantes de Jarrio, donde apenas un 2,5% se confiesa 'poco' satisfecho, seguidos de los deArriondas y Cangas del Narcea, con un 5,3 y un 8,3% de vecinos con cierto grado de malestar.
El 90% se ve sano
El dato sobre la infelicidad de los gijoneses contrasta con la percepción que tienen sobre su salud. Así, el 76% (ver gráfico) de la población de Gijón considera que tiene un estado de salud excelente, muy bueno o bueno.
Sin embargo, a 28 kilómetros, en la capital del Principado, son sólo un 74% los ovetenses que se ven altamente saludables. En las cuencas, el porcentaje se precipita a la baja, al 67%.
Siguiendo con la salud, la misma encuesta recoge que un 37% de los asturianos se reconoce sano y asegura no padecer ni haber padecido ninguna de las dolencias más comunes (se citan 28 enfermedades). Según los autores del trabajo, «ese 37% es un dato muy positivo», ya que habla de un alto grado de población que asegura no padecer dolencias. El trastorno de mayor prevalencia es la tensión alta, incluso entre los jóvenes.
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