Como siempre el día del Sorteo del Gordo es el día de la salud, es un día de ilusión en el que crees que te puede cambiar la vida. Pero mientras van pasando las horas y salen los premios vas perdiendo la fe y pensando en otras cosas: tendré que venir mañana a trabajar, no me podré pegar ese viaje con el que había soñado, ni pagar la hipoteca…
Se diluyen esos sueños, pero por lo menos piensas, bueno, tengo salud y puedo seguir trabajando, siempre es más gratificante ganarte el dinero con el sudor de tu frente que por medio del azar… pero en fin, a mi no me hubiera importado “pegar un buen pelotazo con la lotería”.
Salud para todos, y que dure, que el Gordo no se acuerda de nosotros...
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