2 oct 2008

“La religión tiene que ser una práctica privada, y nunca influir en la vida pública de las sociedades”

Las historias que el profesor de filosofía de la Universidad de Zaragoza, Juan Manuel Aragüés, contaba a su hija cuando era pequeña, han tomado forma en “El laberinto de los dioses”, publicado por la editorial Mira. El libro lo componen diferentes relatos mitológicos que permiten conocer un poco más las diferentes religiones del mundo.

aragodigital.es Silvia Ainaga.-

Para contarlas o ser leídas, las historias de “El laberinto de los dioses. Historias y mitos para niños ateos” están destinadas a un lector con ganas de conocer otras culturas, y en concreto sus religiones. El autor, el profesor de filosofía de la Universidad de Zaragoza Juan Manuel Aragüés, comenzó a relatárselas a Inés, su hija, cuándo ésta tenía apenas dos años. Además de contarle mitología por la belleza de las narraciones, su mayor pretensión era “mostrarle las diferentes creencias religiosas que hay en el mundo”, recuerda este zaragozano.

Este libro, que puede adquirirse en librerías y que estará a disposición del público en todas las bibliotecas públicas de España y en los Institutos Cervantes del mundo, tiene como trasfondo una clara crítica a la “dañina influencia de las iglesias”, reconoce su autor en la introducción.

Pregunta.- ¿Por qué es necesario tener “El laberinto de los dioses” entre nuestros libros de lectura?

Respuesta.- Porque he tratado de poner en el mismo plano de igualdad diferentes relatos míticos y religiosos. De esta forma, el lector se da cuenta de que es lo mismo el dios cristiano que un dios griego, y que por eso no tiene sentido creer que uno existe y el otro no. Hay que conocer las religiones como fenómeno cultural y defenderse de su influencia ideológica.

P.- Después de escribir varios libros sobre filosofía francesa, se ha lanzado con los relatos...
R.- Son las historias que contaba a mi hija cuando era pequeña con la intención de que no tuviera la pobre referencia cultural religiosa que tantos chavales tienen hoy día. Para entender un cuadro o un retablo de una iglesia, por ejemplo, la religión es fundamental. Desde esa perspectiva consideré que era interesante que mi hija se familiarizase con la cultura que le rodeaba y de otras culturas de las que hemos bebido.

P.- En la introducción del libro confiesa que es una obra necesaria para “evitar la negativa influencia de las diferentes religiones”...
R.- Efectivamente, porque tienen una historia negra y tremendamente preocupante al ser responsables de los mayores crímenes de la historia de la humanidad y de unos niveles de intransigencia que han llevado a crueles enfrentamientos.

P.- En las narraciones religiosas o mitológicas, la mujer aparece siempre como pecadora, mientras que los hombres son los superiores...
R.- Las culturas, y en concreto las religiones, encuentran siempre en las mujeres a las culpables de los sucesos desgraciados: Pandora, Eva, etc. La idea de que la mujer es impura y no puede desempeñar determinadas funciones, está presente en el catolicismo con fuerza. Si esto se acaba trasladando a la cultura contemporánea, encontramos ejemplos como la represión de las mujeres en la religión islámica.

La religión en la vida

P.- ¿Escandalizará “El laberinto de los dioses" a los creyentes?
R.- Sí, sobre todo la introducción. En el libro también hay una crítica a la necesidad del ser humano a recurrir a instancias sobrenaturales para justificar su propio comportamiento. Para ser buenos no hace falta un dios que nos lo diga. Lo religioso no sirve para nada: ni para explicar el origen del mundo, ni para que nos comportemos correctamente. De la misma manera que cuando eres pequeño crees en el ratoncito Pérez y cuando creces dejas de hacerlo, con la religión debería suceder lo mismo. sigue

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